Gasificada:
El agua gasificada o carbonatada es el agua que se le agrega ácido carbónico (H2CO3), formando así un proceso que como resultado de esta descomposición se libera agua (H2O) y dióxido de carbono (CO2). (H2CO3= CO2+H20) . Estos iones se unen para formar ácido carbónico formando un círculo que termina hasta que las condiciones de frío y presión ya no sean capaces para conservar el (CO2). El pH de estas bebidas está entre 2 o 3.
Mineral:
El agua mineral tiene minerales y sales que son aptos para el consumo humano. Suele aportar hierro (Fe) , calcio (Ca(OH)2+), sodio (NaOH-), magnesio (Mg(OH)2), fluor (F-), potasio (KOH+) y bicarbonato (HCO3-) que dan beneficios al organismo.
Todos estos componentes menos fluoruro y bicarbonato son iones fuertes que no reaccionan con el agua. El flour y el bicarbonato son aniones débiles que hacen hidrólisis. El pH de este tipo de agua depende en la marca, ya que en cada marca varía la cantidad de minerales, pero no varía mas que entre 6 y 8.
(F-)+(H2O)⇢(HF+)+(HO-) - (HCO3-)+(H2O)⇢(H2CO3) + (OH-)
Destilada:
Es totalmente apta para el consumo aunque hace falta de sales o minerales esenciales para el cuerpo. Al ser su fórmula química H2O y al ser casi un agua pura su pH es muy cercano al 7. Su hidrólisis da como resultado un hidronio H3O y un oxidrilo OH.
Dura:
Se conoce como agua dura a aquella que dificulta el desarrollo de espuma al estar en contacto con jabón, debido a que presenta una elevada cantidad de bicarbonatos y carbonatos de magnesio y de calcio. Al haber mas concentraciones de cationes que de aniones, se podría considerar que su pH será mayor a 8. Contienen muchos iones positivos, como el calcio y el magnesio.
(COONa)+(Ca²⁺)→(Ca(R-COO)2)+(2Na)
Agua dulce:
Es el agua de lagos y rios, lluvia, hielo y nieve. Estos tienen una baja concentracion de sales. Su pH esa entre 6.5 y 8.7.
Subterránea:
El agua subterránea es parte de la precipitación que se filtra a través del suelo. Debido a que es agua “reciclada” está compuesta de sales casi totalmente disociadas, minerales y otros iones. Al variar su diversidad de iones, sales y minerales su pH es dificil de determinar. En aquellas agua subterráneas que no estén contaminadas por terceros su pH oscila en 8,3. En aguas contaminadas no aptas para consumo humano, la concentración de sustancias es mucho mayor. Están formadas por aniones como (HCO; +Coa). Cl-, SO,=. NO, cationes como Ca". Mg". Na'. K'. NH,' y Coi. O,. Si04H, o Si02 (siendo estos los constituyentes mayoritarios), F-, S=. SH-. Br; 1.. NO, PO,'. E03, Mn". Fe". Li'. Sr". Zn". (como constituyentes minoritarios) y Al"'. Ti',. Co". Cu". Pb++. Ni". Cr"(como constituyentes traza).
Agua de mar:
Se puede decir que básicamente el mar es una solución acuosa de sales, característica que le confiere su sabor. De estas sales, el cloruro de sodio, conocido como sal común, destaca por su cantidad, ya que constituye por sí sola el 80 por ciento de las sales. El restante 20 por ciento corresponde a los otros componentes. El agua oceánica es ligeramente alcalina, y el valor de su pH está entre 7.5 y 8.4 y varía en función de la temperatura; si ésta aumenta, el pH disminuye y tiende a la acidez; también puede variar en función de la salinidad, de la presión o profundidad y de la actividad vital de los organismos marinos.
Lluvia acida:
se forma cuando la humedad del aire se combina con óxido de nitrógeno, el dióxido de azufre y el trióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas, calderas de calefacción y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo que contengan azufre. En interacción con el agua de la lluvia, estos gases forman ácido nítrico, ácido sulfuroso y ácido sulfúrico. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la Tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida. La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH menor que 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3), valores que se alcanzan cuando en el aire hay uno o más de los gases citados.
Se forma porque una gran parte del SO2 (dióxido de azufre) emitido a la atmósfera procede de la emisión natural que se produce por las erupciones volcánicas, que son fenómenos irregulares. Sin embargo, una de las fuentes de SO2 es la industria metalúrgica. El SO2 puede proceder también de otras fuentes, por ejemplo como el sulfato de dimetilo, (CH3)2S, y otros derivados, o como sulfuro de hidrógeno, H2S. Estos compuestos se oxidan con el oxígeno atmosférico dando SO2. Finalmente el SO2 se oxida a SO3 (interviniendo en la reacción radicales hidroxilo y oxígeno) y este SO3 puede quedar disuelto en las gotas de lluvia, es el de las emisiones de SO2 en procesos de obtención de energía: el carbón, el petróleo y otros combustibles fósiles contienen azufre en unas cantidades variables (generalmente más del 1 %), y, debido a la combustión, el azufre se oxida a dióxido de azufre.